Entretenimiento en el Retail.
Date : septiembre 21, 2021 By
Entretener, comprar, fidelizar.
Nos encaminamos hacia un Retail más enfocado en hacer y entretener que en comprar. La mejor estrategia para ello es hacer que la gente se sienta bien. El futuro es de las emociones y estas son el elemento clave para atraer y fidelizar a los clientes.
Crear la magia de la compra no es fácil. Que se motive a los clientes a permanecer mayor tiempo, aumentando el placer de la experiencia hacia la compra, tiene que ver con humanizar la marca y crear valor añadido.
Y esto pasa por convertir los espacios comerciales, en lugares que la gente quiera visitar.
Hoy, por primera vez en la historia, el mercado atiende a seis generaciones de compradores. Los compradores quieren recuerdos, no solo productos. Es por esta razón que el Retail no puede ser estático, debe ser un elemento vivo.
El Retail del futuro ya no se centrará solo en vender a los visitantes. El comercio minorista y los centros comerciales pueden convertirse en Hubs culturales y sociales con una vocación de servicio comunitario y realmente útil.
Para ello la evolución tecnológica y sensorial ha de traducirse en acciones con alma, directas al corazón. Que aporten valor a los visitantes y personalidad a la marca.
El entretenimiento tiene que ser emocionante y cautivador. Una combinación comercial potente, con eventos impactantes, que garanticen la seguridad y que ofrezcan nuevas experiencias inspiradoras, tanto físicas como digitales.
Se trata de crear un vínculo emocional a través de acciones que:
- Conecten con el cliente.
- Ofrezcan contenidos innovadores que capten el interés.
- Con los que disfrutar, aprender y sorprender.
- Una experiencia única y personalizada.
- Que involucre a los 5 sentidos.
Según Global Data los centros y espacios comerciales que ofrecen más servicios y experiencias reciben visitantes con más frecuencia y los compradores gastan casi 3 veces más en ellos.
La generación de servicios y experiencias se convierten en las claves de un Retail futuro con un claro propósito: ser más social y menos comercial.
Ir de compras es un ejercicio social que hay que potenciar y prima por encima de la transacción.
La creación de espacios únicos en los que existe un buen equilibrio entre el entretenimiento y la oferta para comprar, convertirán la visita en una experiencia emocional y gratificante.
Es la clave: entretener, comprar y fidelizar.
